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Marcos Antonio Zar
Marcos Antonio Zar nació el 31 de mayo de 1891 en Buenos Aires, cursó los estudios primarios en Venado Tuerto para luego ingresar a la Armada Argentina. Fue militar y aviador perteneciente a la Armada Argentina y fundador de Aviación Naval Argentina.
Ya finalizados sus estudios, el 15 de mayo de 1907 Marcos Zar ingresó a la Escuela Naval Militar, de la que egresó como guardiamarina, el 17 de marzo de 1911.
En sus primeros años prestó sus servicios como artillero en el crucero ARA Buenos Aires, en los acorazados ARA San Martín, ARA Garibaldi, ARA Pueyrredón, en el acorazado ARA Rivadavia y también en el transporte Guardia Nacional.
En el año 1916 la Armada de los Estados Unidos ofreció a la Armada Argentina diez vacantes para capacitación de oficiales en las especialidades de artillería, submarinos, comunicaciones y aviación; el entonces Alférez de Navío Marcos Antonio Zar fue incluido en esos diez cupos, pero no precisamente para capacitarse como artillero sino para aviador naval. Encontraría así, inesperadamente, su vocación.
Zar llegó a Boston – durante la Primera Guerra Mundial – junto al teniente de fragata Ricardo Fitz Simon y el alférez de navío Ceferino M. Pouchan e hizo su primer vuelo sin instructores en julio de 1917, en setiembre del mismo año comenzó a hacer patrullajes en el Golfo de México.
Luego los tres aviadores navales argentinos prestaron servicios en la Armada Estadounidense durante la Primera Guerra Mundial. El 5 de octubre de 1918, siendo un veterano piloto de guerra, se presentó en la Escuela de Caza Norteamericana adscripta a la Escuela de Aviación Naval de Lago Bolsena, situada a unos 80 kilómetros al noroeste de Roma, donde se graduó de Piloto de Caza y Persecución
Una vez terminado el primer conflicto bélico mundial, el Reino de Italia, donde la aviación naval se había desarrollado muy notablemente, envió, como acto de fraternidad hacia Argentina, una misión aeronaval muy importante comandada por el barón Antonio de Marchi.
El 19 de setiembre de 1934, Marcos Antonio Zar, es ascendido a Capitán de Navío y designado Jefe del Servicio de Aviación del Estado Mayor General de la Armada, cargo que posteriormente se convertiría en la Dirección General de Aviación Naval y que continuaría bajo su mando. Durante este período de conducción, la Aviación Naval Argentina se encontraba en creciente progreso, ya que contaba con un protagonismo cada vez mayor dentro de la Armada Argentina.
Zar fue ascendido a contralmirante en 1939 y se destacó por su participación en las ejercitaciones de la Armada Argentina, los relevamientos aero fotográficos en el litoral del país, en el río Bermejo y en el lejano Sur, las tareas de salvamento en el mar y la comunicación de los puertos patagónicos.
El 31 de diciembre de 1943 fue ascendido a Vicealmirante por haber llevado a cabo los primeros vuelos hacia la Antártida Argentina. Su extensa y exitosa carrera naval finalizó con el pase a retiro el 31 de diciembre de 1944.
Marcos Antonio Zar era hijo de Sestilio Zar y Livia Torres, inmigrantes italianos que se radicaron en Venado Tuerto en el año 1890. La familia fue propietaria del llamado “Monte Zar”, actual parque Español, tuvo un importante comercio de ramos generales y corralón. También fue dueña de la estancia “San Marcos” – que dio nombre al paraje y boliche de campo homónimo – ubicado al noroeste de la ciudad, después propiedad de Cristóbal Kennard.
Los Zar participaron activamente de la vida de la ciudad y su crecimiento; Sestilio contribuyó en la construcción de grandes obras como el Hospital, el edificio de la Primera Escuela Fiscal y la iglesia del padre Gomond.
En las actas bautismales de la Iglesia de Venado Tuerto, consta que Alejandro Estrugamou – primer Juez de Paz del lugar – y su esposa -Rosa Turner – fueron los padrinos del fundador de la Aviación Naval Argentina, Marcos Antonio Zar.
El Vicealmirante Zar falleció, a los 64 años de edad, en la ciudad de Buenos Aires el 19 de septiembre de 1955.
La ciudad de Venado Tuerto está unida a la historia del vicealmirante, los trazos de aquel pujante poblado y los de la prolífica carrera de Marcos A. Zar conforman una especie de óleo de un pasado común.