La segunda jornada de la exitosa experiencia ExpoVenado Digital 20.20 incluyó en su programación una breve disertación de la abogada María Elisa Peirano para referirse al libro “La primera revuelta fiscal de la historia- La 125 y el conflicto con el campo”, que escribió junto al politólogo Sergio Berensztein, y las primeras ediciones fueron presentadas en octubre.

“A doce años del conflicto de la 125 podemos decir que es el análisis de una experiencia a la que todavía se le puede seguir sacando aprendizajes”, aseguró la coautora.

En el libro “se trata de explicar por qué el campo, con la importancia estratégica que tiene en el país, tiene tan poca representación política a la hora de votar las leyes”, citó Peirano evocando los sucesos de 2008 a raíz de las retenciones a los cultivos, especialmente a la soja.

“Esa fue la gota que rebalsó el vaso de una relación que venía mal manejada entre el gobierno kirchnerista de esa época y el sector agropecuario, y trajo innumerables consecuencias y una seguidilla de conflictos”. Señaló.

Expresó que lo sucedido “modificó el rumbo que tenía la Argentina en política y en economía. En ese momento no pudimos dimensionarlo, pero hoy se puede analizar con detenimiento los factores. El libro analiza la complejidad de la situación en todas sus facetas”.

Peirano asegura que “el campo ganó la batalla por ‘la 125’ pero el gobierno capitalizó esa victoria con todo lo que sucedió con posterioridad”, y señala que “el libro es de consulta para se pueda entender qué fue lo que sucedió”.

“Hoy el campo es un actor que se da cuenta que necesita comunicarse, involucrarse en la cosa pública y que no puede seguir trabajando sólo tranqueras adentro”, destaca quien vivió los sucesos de 2008 tomando nota de lo sucedido en las rutas y los piquetes.

“El campo ha tomado conciencia del enorme capital humano que tiene cuando se une en cooperación tras una causa común, pero todo ese aprendizaje puede todavía desarrollarse mucho más”, apuntó, para destacar que lo de la 125 “no fue un conflicto económico. Comenzó como una rebelión fiscal, pero mutó de económico sectorial a algo simbólico que atrajo a toda la sociedad. Se habló de cosas más profundas que solamente la cuestión económica. Quien lo siga viendo de esa manera todavía no tiene idea de la profundidad de lo que ocurrió”, expresó.

“Nuestro libro viene a explicar un poco porque el sector agropecuario es como la fuente de voracidad de los gobiernos que cada vez necesitan recaudar más para sostener el Estado macrocefálico que tienen. También la resistencia del productor que no ve que esos impuestos altos no vuelven en obras a sus pueblos o ciudades de manera federal y organizada”, reseñó Peirano.